Muchos consideran que tanto la incineración de residuos como la producción de energía a partir de este procedimiento se constituyen como soluciones mágicas a ciertos problemas que hostigan a todo mundo en la actualidad. La realidad es muy diferente, o por lo menos eso es lo que intentan demostrar desde determinadas organizaciones dedicadas a la protección del medioambiente, como por ejemplo Greenpeace o la Alianza Global de Alternativas a la Incineración (mejor conocido como GAIA, por sus siglas en inglés). Ambos grupos ecologistas aseguran que el proceso de termodestrucción es una forma muy mala de gestionar los residuos y sumamente ineficiente en términos energéticos.
En pocas palabras, el proceso de incineración resulta realmente costoso, es ineficaz, y perjudica en gran medida la salud de las personas. Por si esto fuera poco, las cenizas tóxicas que producen los hornos especiales o incineradoras requieren de una especie de «cementerio» para ser depositadas. Es por todo esto que, desde Greenpeace y otras organizaciones interesadas en generar conciencia con respecto a este tema, ofrecieron alternativas sumamente válidas que demuestran que el uso de incineradoras no es inevitable en ninguna parte del planeta.
Sin lugar a dudas, las opciones vinculadas con medidas de reciclaje y compostaje son las mejores a la hora de reemplazar tanto a la incineración como a los vertederos (dos «soluciones» que resultan tóxicas para la salud). No sólo son beneficiosas para el bienestar de las personas, sino que también son mucho más viables en relación con la cuestión medioambiental. Tampoco podemos dejar de lado que implican un progreso en el aspecto socioeconómico, ya que los modelos basados en la recuperación y el reciclaje suponen la creación de entre 7 y 39 veces más empleos que con la incineración.
Otros datos arrojados por distintas agrupaciones ecologistas indican que con el reciclaje se recupera más energía que con las incineradoras, sin dejar de mencionar que se evita el impacto ambiental que trae consigo el proceso de termodestrucción al obligar a «extraer» mayor cantidad de materia prima.
Si todo esto no te parece suficiente para reconsiderar tu posición respecto a las incineradoras, he aquí otras razones válidas por las que es mejor optar por los procesos de recuperación, reciclaje y compostaje.
- Salud: Desaparición de plantas de incineración y vertederos, los cuales son peligrosos para numerosos aspectos de la salud.
- Medio ambiente: Disminución de la emisión de dioxinas, gases de efecto invernadero y metales contaminantes.
- Precio: Se trata de una alternativa económicamente viable, incluso mucho más que la incineración.
- Trabajo: Crea una gran cantidad de puestos de trabajo.
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