Incineración con recuperación de energía

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En pocas palabras, la incineración es un procedimiento mediante el cual los residuos se queman en grandes hornos especiales (conocidos precisamente como incineradoras). La basura se convierte en ceniza a través de un proceso de combustión controlada y a altas temperaturas. Cabe señalar que se trata de un tratamiento para la basura sumamente discutido en todas partes del mundo, ya que existen opiniones contrarias con respecto a la cuestión. No son pocos los especialistas que aseguran que la incineración (también denominada termodestrucción) trae consigo grandes problemas en la salud de la gente. También afirman que está muy lejos de ser una solución a la hora de emplear los recursos naturales de modo más racional, sino que agrava el problema.

En esta ocasión en particular, trataremos sobre un nuevo tipo de incineración, la cual se caracteriza por la recuperación de energía durante el proceso. Esta clase de termodestrucción ha recogido elogios de muchos grupos ambientales del continente europeo, quienes reconocen en este tratamiento de los residuos una multitud de beneficios para el medio ambiente.

A través de la incineración con recuperación de energía se quiere lograr el objetivo de producir energía mediante los residuos. También se pretende reciclar algunos materiales útiles, y dar un destino seguro a la basura de naturaleza peligrosa. Es importante tener en cuenta que, para que este procedimiento tenga éxito, resulta imprescindible recoger los residuos de un modo específico. La clave es separar el conjunto de basura con mayor poder calorífico de la materia orgánica.

Después de recoger los residuos, comienza el proceso de termodestrucción. Para que éste tenga lugar, la fracción combustible va a una incineradora donde se quema de forma controlada para obtener energía con la menor contaminación posible. Con la materia orgánica, por su parte, es posible hacer abono o enterrarla en un vertedero controlado. Los residuos especiales se llevan a un sitio apropiado y lo que queda del tratamiento de la basura se ubica en el vertedero.

La antes mencionada fracción combustible puede ser transformada en energía a través de grandes incineradoras conectadas a calderas y turbinas que capturan una porción del calor para generar electricidad.

Es importante considerar que las plantas en donde se lleva a cabo el proceso de termodestrucción con recuperación de energía son objeto de la normativa más rigurosa dentro del sector industrial. La estricta legislación ambiental emergida en los últimos años puso en el centro de las miradas a las incineradoras. Desde el sector, aseguran que sus instalaciones son las más vigiladas en relación a sus aspectos medioambientales, por lo que son garantía de un funcionamiento respetuoso tanto con la naturaleza como con la salud de la gente.

No obstante, una misma realidad parece tener dos caras depende de quién lo mire. Varias organizaciones (como por ejemplo la Alianza Global para Alternativas a la Incineración) afirman que los sistemas de recuperación de energía en realidad derrochan más de lo que aprovechan.

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